¿Debería prohibirse el infame bus de Hazte Oír?
Publicat: 2 Març, 2017 Filed under: Sin categoría | Tags: autobús tránsfobo, autobus, carmena, cifuentes, hazte oir, hazteoir, ignacio arsuaga, las niñas tienen vulva, libertad de expresión, los niños tienen pene, madrid, polémica, Religion, trans, transexual Deixa un comentari
El polémico autobús y el no menos polémico presidente de la organización Ignacio Arsuaga.
En los últimos días en el centro del debate público está la última campaña de la organización Hazte Oír. Estos ultra católicos son responsables de campañas contra el matrimonio homosexual (dicen que permitir casarse a homosexuales degrada su matrimonio) y en contra del aborto, pero la actual campaña es en contra de la transexualidad infantil. Su posición es bastante sencilla de entender: si tiene pene es niño, si tiene vulva es niña. Supongo que de ahí se deriva que si tu hijo, con pene, se siente niña, hay que forzarlo a ser niño, sea cual sea la consecuencia.
A petición de Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, el caso llegó a la fiscalía de Madrid para determinar si infringían un delito de discriminación o incitación al odio, tipificado en el art. 510 del código penal. Esto no ha hecho más que poner el foco de la atención mediática en dicha organización y su campaña, quizás dándole una visibilidad que de otro modo no hubieran tenido y, con toda seguridad, no merecen. ¿Pero deberían prohibirse éste tipo de campañas? A continuación algunos argumentos a favor y en contra.
A favor de la prohibición
Los que están a favor de la prohibición de dicho tipo de campañas lo están porque las consideran transfóbicas y, por tanto, que fomentan la discriminación y el odio de ciertos colectivos. Aducen que las frases de dicha campaña (Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Si naces hombre, eres hombre. Si naces mujer, seguirás siéndolo.) fomentan la no-aceptación de los niños transexuales, cuya vida pública ya es suficientemente dura, sufriendo a menudo acoso escolar, y por tanto, fomentando el odio y la discriminación. Dicho fomento está tipificado como delito y, por tanto, debería prohibirse dicha campaña.
Otra argumentación tiene en consideración la ofensa. En televisión han entrevistado a madres de hijos transexuales, y en la entrevista se ha comentado la ofensa que dicha campaña supone. A raíz de dicha ofensa, se justifica prohibir la campaña. No es sólo el hecho de que la campaña ofenda a un colectivo, sino que lo hace a un colectivo menor de edad y que no tiene la vida demasiado fácil.
La última argumentación, que se sale un poco de las que se han mantenido y se mantendrán en esta entrada, se la he escuchado a la alcaldesa de Madrid Manuela Carmena. Según ella, la prohibición no viene dada por el contenido de la campaña, sino por hacer publicidad de un libro, publicidad para la cual no tendrían permiso.
En contra de la prohibición
En contra de la prohibición, la primera argumentación empleada por la misma organización es que atenta contra la libertad de expresión. Dicen que les prohíben la campaña no por discriminación o fomento del odio, sino por no concordar dicha campaña con los postulados de la ideología LGTBI. Además, dicha prohibición proviene de la inquisición Gay, concepto que usan sin ruborizarse. Dicha ideología y su inquisición, aparentemente, han calado hasta en el Gobierno del PP. Dejando de lado la alucinación de la organización, lo cierto es que puede argumentarse que la campaña no fomenta el odio, sino que expresa una opinión. El mensaje puede enmarcarse en el de una opinión, no el de una incitación al odio. El mensaje no dice: tienes pene, si te sientes niña te vamos a hacer bullying hasta que te suicides.

La polémica Drag Sethlas
Además, si retomamos la argumentación de la ofensa, actuaciones como la de Drag Sethlas en el Carnaval de Las Palmas (vídeo de la actuación aquí) también debería prohibirse, no digamos ya ciertos chistes que todos conocemos, o ciertas obras de literatura. La ofensa como base para una prohibición es muy pobre, puesto que ofenderse es un derecho que uno tiene, no una obligación, y cada cual se ofende por lo que considera, si la ofensa fuera suficiente para prohibir, todo estaría prohibido.
Claro, la libertad de expresión tiene ciertos límites, y evidentemente la promoción del odio no puede enmarcarse dentro de dicha libertad, pero creo que en el caso del autobús el odio lo derivamos de conocer la organización, no de la campaña en sí. En este caso podría argumentarse -de hecho la misma Hazte Oír ya lo hace- que se censura en función del pensamiento. Y esto es bastante aterrador. Creo que toda persona razonable entenderá y aceptará la transexualidad, del mismo modo que se entiende y se acepta la homosexualidad. Del mismo modo cualquier persona razonable entenderá y aceptará el matrimonio civil homosexual, que no deja de ser un contrato, a la par que pueda entenderse que haya gente a la que no le guste. Pero mientras prevalezca la garantía de los derechos de las personas trans, qué problema hay en que haya trogloditas que opinen que tener pene te convierte en hombre. ¿No pensamos muchos, acaso, que opinar que un feto de apenas tres semanas es un niño te convierte en un descerebrado? ¿Qué debería haberse hecho con otras campañas de publicidad en autobuses, como la famosa ‘atheist bus’ o sus réplicas?
Póntelo. Pónselo. Auriculares en el metro.
Publicat: 28 febrer, 2017 Filed under: Opinión | Tags: auriculares, civismo, música, metro, mobile, molestias, movil, smartphone Deixa un comentariSiguiendo un poco la estela de un par de artículos de la revista Time Out Barcelona sobre cosas que pasan en el metro (aquí y aquí), hoy voy a plasmar mi queja aquí. Mi queja no es nada habitual, pero ayer ocurrió algo distinto que me empuja a plasmarla por escrito.
El metro de Barcelona, como cualquier sistema de transporte público, es muy interesante. Miles de individuos se suben y se bajan a diario, pasan parte de su vida en habitáculos de metal que, sobre raíles, se deslizan por la madriguera de galerías subterráneas que es el suburbano. Es un sistema que permite que vayamos del punto A al punto B saltándonos los atascos que se forman en las calles apenas unos metros más arriba.
En todos los sitios donde coincide mucha gente al mismo tiempo hacen falta un mínimo de normas para garantizar el buen uso y disfrute por parte de todos. Así, en los cristales encontramos una pegatina que nos recuerda que los asientos grises están reservados para gente mayor, con dolencias físicas, con niños o embarazadas, aunque no todo el mundo lo respete. También nos recuerdan que viajar sin un título válido y fumar en todo el ámbito del metro está penado con multas, y que antes de entrar hay que dejar salir. Normas, que me permitirán, son de sentido común. Y la gente, normalmente, las cumple. Pero quizás, visto que no todo el mundo tiene la misma concepción de lo que es el civismo y la buena convivencia, habría que explicitar otras normas de sentido común.
En mi caso una de las faltas de convivencia que más me molesta es la gente que, sin preguntarnos al resto de pasajeros, asumen que queremos esuchar la misma música que ellos. Y no hablo de los músicos en el metro, que aunque también me molestan se están ganando la vida. Hablo de gente que lleva la música en el móvil, o como me tocó ayer a mi sufrir, con un equipo bastante más grande. Y aquí me da igual la música que sea. La molestia es la misma sea reguetón, rock, música clásica o villancicos.
Esta gente, parece ser, desconoce que hay un objeto llamado auricular que mediante cables u ondas transmite la música desde el teléfono directamente al interior de la oreja, produciendo un efecto mágico por el cual ellos esuchan la música que desean y el resto no sufrimos molestia alguna. Alguno me dirá: claro, ¿y si somos varios los que queremos escuchar la misma canción? A parte de la solución obvia de reproducirla cada uno en su teléfono mediante auriculares, existen unos aparatos que permiten connectar más de un auricular en la misma salida de audio del teléfono. ¡Qué avanzada está la tecnología!
Y lo que ayer ocurrió viene a continuación. Personalmente tiendo a evitar la confrontación, más todavía cuando creo que tengo las de perder, o que la otra persona no reaccionará proporcionalmente. Pero ayer, en vista de que no era una persona con un teléfono móvil, sino tres con un boombox, les pregunté que si podrían quitar la música. La situación era ideal, porque no había demasiada gente, pero algunos de los pasajeros llevaban auriculares puestos -un ejemplo a seguir. Y pese a que el chico al cargo de la música la quitó, esto no me ahorró la confrontación dialéctica con el que parecía el líder de los tres. Por lo visto, según él, el hecho de que él pusiera música en un boombox es equiparable al ruido que hace la gente en una manifestación. Asombrosa comparación, la verdad, porque no recuerdo que el trío-sin-auriculares estuvieran reivindicando algún derecho o bien común.
Si todavía hay alguien que duda de la falta de respeto que es llevar la música sin auriculares en el metro, imaginaos que coinciden cuatro personas, cada uno con su música, en la misma hilera de asientos. ¿Qué ocurriría? Ninguno de ellos podría escuchar bien su música, y a lo mejor a alguien se le vendría a la cabeza la invención de un objeto que le permitiera a él sólo, escuchar música, sin tener que escuchar la del resto. ¡Qué suerte que dicho invento ya exista y la mayoría lo tengamos!
De qué hablamos, cuando hablamos de nacionalismo y nación
Publicat: 6 febrer, 2017 Filed under: Política, Sin categoría | Tags: albert rivera, C's, catalanes, ciudadanos, frente nacional, independentismo, independentistas, marine le pen, nacion, nacionalismo, trump 1 comentariA día de hoy vivimos un resurgimiento del nacionalismo. Marine Le Pen y su Frente Nacional son el típico ejemplo de éste resurgimiento nacionalista en Europa, y el ‘America First’ del Presidente Donald J. Trump es el equivalente más allá del Atlántico. No todos los fenómenos nacionalistas de hoy en día son ultra-derechistas: los nacionalistas escoceses del SNP o los nacionalistas catalanes de la coalición JxSí están alejados de la ultra-derecha y, en cierto sentido, pueden considerarse hasta progresistas. Además, a raíz del último congreso de Ciudadanos, Albert Rivera no para de repetir que ellos, los auto-denominados liberales herederos de Cádiz , son la solución al populismo y al nacionalismo. Pero, ¿qué es el nacionalismo?
La Nación
Nacionalismo es un término derivado de ‘Nación’, por tanto, es importante entender qué es la ‘Nación’. Contrario a lo que muchos puedan creer, especialmente los nacionalistas, la nación tal como la entendemos hoy en día no tiene más de trescientos años. Seguramente menos. La nación, en palabras de Benedict Anderson, uno de los principales autores sobre nacionalismo, es una comunidad humana imaginada como inherentemente limitada y soberana. Es imaginada porque, hasta en las naciones más pequeñas, uno nunca va a conocer a todos los pertenecientes a la nación, pero sabe que existen y que les une una especie de comunión. Es limitada porque, hasta las naciones más extensas del mundo ponen a otras naciones más allá de sus límites. Y es soberana porque ninguna nación se concibe a sí misma como sumisa a cualquier otro poder, más allá, quizás, de alguna divinidad.
Según Anderson y la mayoría de autores en la materia tiene sentido hablar de nación a partir de la era moderna porque es entonces cuando empiezan a existir los Estados nacionales. Antes de la Revolución Francesa, el titular de la soberanía del Estado era el monarca y, tal como ejemplifica Carlos V (I de España), el Soberano lo era sobre distintos territorios, independientemente de su ‘nacionalidad’. Con la Revolución Francesa se instaura el principio de soberanía nacional por el cual el titular de la soberanía deja de ser el monarca, y ésta pasa a manos de la nación.
Al respecto de cómo se forma la nación, hay distintas teorías. Para Anderson la nación se origina a causa del ‘capitalismo de imprenta’. Gracias al revolucionario invento de Gutenberg se empezó a imprimir libros en lenguas vernáculas, lo cuál facilitó que una determinada comunidad empezara a homogeneizarse al respecto del idioma. Antes de la era moderna y de la invención de la imprenta de Gutenberg, en cada zona se hablaban distintos idiomas, por parecidos que pudieran ser. Un buen ejemplo es Francia, donde hasta la I República el Francés no era el idioma hablado en todo el territorio que hoy constituye Francia.
El Nacionalismo
Quizás la mejor definición de nacionalismo sea la de Ernest Gellner, por su claridad y concisión: nacionalismo es el principio político por el cual la unidad política y la nacional deben ser congruentes. Esto es, que los límites de la nación y del Estado deberían ser los mismos.
Según Gellner, debido a la necesidad de una mano de obra altamente móvil y con un entrenamiento básico (de modo que pudieran especializarse con facilidad) de la era industrial los gobiernos Estatales empiezan a crear sistemas de educación ‘nacionales’ que, entre otras cosas, enseñan un mismo idioma para facilitar la comunicación. Para Gellner ésto es el origen de la nación, y por ende, del nacionalismo.
Charles Tilly distingue dos tipos de nacionalismo: el top-down, desde el centro del Estado, cuyo objetivo es homogeneizar a la población a nivel lingüístico y cultural mediante un sistema educativo nacional y performances de enaltecimiento nacional, mediante símbolos que apelen a los mitos originarios, tal como tradiciones y banderas; y un nacionalismo ‘bottom-up’ desde la periferia, de naciones que no se quieren homogeneizar a la del Estado central y que, por tanto, mediante las mismas técnicas, busca mayor auto-gobierno y remarcar sus diferencias.
¿Cómo se traduce esto a nuestra realidad política?
Como podemos comprobar, aplicando los conocimientos teóricos a la realidad política, vemos que si bien hay un resurgimiento del nacionalismo (sobretodo contra los efectos de la globalización), éste no se limita a los movimientos ultra en Europa y Estados Unidos, o a los separatistas catalanes, escoceses, o de cualquier nación. El Nacionalismo es algo que lo impregna casi todo. Cuando el Ministro Wert dijo que quería ‘españolizar’ a los niños catalanes se refería a esto. Del mismo modo, el sistema educativo catalán, con la inmersión lingüística en su centro, es un elemento básico del catalanismo, de la resistencia a la homogeneización por parte del Estado central. Por mucho que Albert Rivera quiera denostar a los nacionalistas o independentistas catalanes llamándoles nacionalistas, él sigue siendo un nacionalista. Uno de sus objetivos es que la nación Española (entendida como castellana o mesetaria) encaje con el Estado español, mientras que Puigdemont y Junqueras, de JxSí, y los ‘cuperos’ lo que quieren es que el Estado que los gobierne se adapte a los límites de la nación catalana.
Para terminar me gustaría reproducir una frase del historiador Eric Hobsbawm, eminencia también del estudio del nacionalismo, para todos aquellos que creen que sus naciones son ancestrales (o que al menos creen que son anteriores a la era moderna):
Las Naciones no crean Estados y nacionalismos, sino al revés.
Terrorism does not exist
Publicat: 7 gener, 2017 Filed under: In English, Internacional | Tags: berlin, Dylann Roof, Fort Lauderdale, Islamic terrorism, Islamism, Shooting, terrorismo, truck Deixa un comentari
This is the first picture to appear on Google Images when one searches ‘Terrorist’
I was reading the newspaper while I was wainting for my coffee to be prepared, and I read about a shooting that took place yesterday at Fort Lauderdale Airport, in Florida. An Iraq veteran with mental health issues flew from Alaska to Florida, after picking his luggage he went to the toilet, prepared the pistol that he had in the luggage, and then started shooting at people.
A few weeks ago I read about another shooting in the United States: Dylann Roof, the author of the Charleston church shooting. In the said shooting, Dylann shot the people who where inside the church during service. He has been found to be guilty of the charges of hate crime, murder, attempted murder and obstruction of religion.
In light of these deeds, I wonder: if any one was asked what is terrorism and what needs to be done in order to fight it, what would the answer be?
Most likely, I guess, the definition of terrorism will be vague and generic, with the use of explosives, and religion and nationalism as the main causes. Regarding how to fight it, the answer will be to eliminate them. What comes to mind when one thinks of a terror attack is the World Trade Center, the Madrid Atocha bombing, or the recent Nice and Berlin attacks using trucks. What about the two events mentioned at the begining of this post?
On top of this, the motivation behind the attacks is that they hate our way of life, or that they want to convert us to their religion (Islam). Very few will realise that there is political motivation behind terrorism.
But what is terrorism?
According to the Merriam-Webster dictionary, terrorism is ‘the systematic use of terror especially as a means of coercion’. And terror, among other things, is defined as ‘violent or destructive acts (as bombing) committed by groups in order to intimidate a population or government into granting their demands’. The Oxford English Dictionary offers a different definition: ‘the unlawful use of violence and intimidation, especially against civilians, in the pursuit of political aims’.
Both definitions offer what, to me, is a key element: the political motivation.

The guillotine, the revolutionary tool of la Terreur.
The term terrorism comes from Maximilien de Robespierre’s Reign of Terror in Revolutionary France. The aim of la Terreur was to purge the reactionary resistences to the changes of the Revolution. As such, la Terreur had a positive connotation, simmilar to the removal of a tumor. After the Bourbon Restoration, in France and elsewhere, the term terrorism acquired a negative connotation of tyranny and abuse of power. Around the middle of the nineteenth century, thanks to the Italian socialist Pisacane as well as the Russian anti-Tzarist anarchists, terrorism regained its positive connotations: to them violence was necessary to inform and educate, and to rally the masses to the revolution. Terrorism was the propaganda of the deed: to throw a stone or to kill an aristocrat was more effective than writing a manifesto. With the emergence of the twentieth century totalitarisms terrorism regained the negative connotation of the abuse of power, and after the 1960s the liberation movements in the colonies raised the concern about to what extent someone who takes up arms to fight for a cause is a a terrorist: one’s terrorist is another’s freedom fighter. Nowadays terrorism has yet another connotation: people who want to destroy our way of life.
Why do I claim that terrorism does not exist? We’ve seen that there is no clear notion of what terrorism is. Legally speaking, each State and each law enforcement agency and intelligence agency within each State have a different definition of terrorism. What according to one State is an act of terror, a few kilometers away it is not. Moreover, there is no consensus among academics either. Apparently, the only thing on which academics agree is that there is an ideological or political motivation behind terrorist attacks or as the raison d’être of the organisation. This seems to be the difference between organised crime and terrorism.
Put it differently, a terror act is a politically motivated violent act. What is the difference between a heated protest that derives in a riot and a terror attack? What is the difference between shooting a congregation of African Americans at a church because they are African Americans and executing a catholic prest at a church, for being catholic?
If according to Clausewitz war is the continuation of policy by other means, following the same logic, terrorism is a political movement by other measns. Terrorism does not exist, it is political violence.
26J, ¿Qué ha pasado?
Publicat: 27 Juny, 2016 Filed under: Opinión, Política | Tags: 26j, albert rivera, alberto garzón, C's, cambio, ciudadanos, Ciutadans, corrupcion, elecciones 26j, elecciones generales, gobierno, mariano rajoy, pablo iglesias, pacto, pedro sánchez, Podemos, PP, PPSOE, PSOE, sorpasso, UNIDOS podemos Deixa un comentari
Es lunes 27 de junio y algunos nos fuimos a dormir tarde. El motivo es por todos bien sabido: ayer se celebraron las elecciones generales, las primeras en ser repetidas en la historia democrática de España. Estas elecciones se han producido en un contexto peculiar. Tras las últimas elecciones, el 20 de diciembre, ningún partido consiguió apoyos suficientes para ganar una votación de investidura. Tras estos nuevos comicios la situación no parece haber mejorado mucho.
¿Por qué se han producido estas nuevas elecciones?
En las anteriores elecciones el parlamento quedó con la siguiente distribución de escaños:
Con dicha configuración era difícil conseguir apoyos para una investidura, pero no imposible. El partido que quiera formar gobierno debe presentarse a una sesión de investidura y conseguir una mayoría absoluta de votos a favor en primera votación, o mayoría simple en segunda votación. La suma de fuerzas más fácil era PP + PSOE, que tendrían una mayoría de 213 diputados, más que suficientes para una investidura y para gobernar, pero tras cuatro años de mayoría absoluta del PP durante los cuales a duras penas han admitido enmiendas a sus proyectos de leyes, el PSOE no quería pactar con PP. Además, el pacto PP + PSOE sería visto por la militancia del PSOE como una traición, con lo cual para las siguientes elecciones era probable que sus votantes se fueran a otras opciones de izquierda (Podemos). C’s intentó hacer de bisagra, creyéndose que podría hacer de intermediario, pero al final no se intentó dicha coalición tripartita. Lo que sí intento Pedro Sánchez fue una coalición con Podemos y C’s, pero tanto Albert Rivera como Pablo Iglesias dejaron claro que no entrarían en un gobierno o no darían apoyo a un gobierno en el cual el otro estuviera. Por último, Pablo Iglesias proponía una coalición PSOE + Podemos, contando con la abstención de los partidos independentistas (ERC + DiL) con tal de conseguir una investidura en segunda votación. Pero esta propuesta de coalición contenía una línea roja por parte del sr. Iglesias que era el referéndum sobre la independencia de Cataluña, un aro por el cual Pedro Sánchez no estaba dispuesto a pasar. En su momento me pareció que era una táctica de Podemos para forzar unas nuevas elecciones en las que ellos podrían obtener más diputados, posiblemente sobrepasando al PSOE y así poder negociar desde una mejor posición. Creo que los acontecimientos han demostrado que estaba en lo cierto, pese a que el tiro le ha salido por la culata a Pablo Iglesias.
26J, ¿Qué ha pasado?
Estos nuevos comicios se han caracterizado por ser la primera vez en la historia democrática de España en que se han tenido que repetir elecciones porqué ninguna fuerza política ha conseguido votos suficientes en la sesión de investidura para formar un gobierno. Como ha sido una repetición de las anteriores elecciones, y como éstas han sido provocadas por Podemos, el partido de Pablo Iglesias ha estado desde el 21 de diciembre en campaña electoral, igual que el resto de partidos. Pero no todos han sabido sacar el máximo provecho de esta extraordinariamente larga campaña electoral. Vistos los resultados, el ganador claro es el PP de Mariano Rajoy, y los perdedores el PSOE, C’s y en menos medida, Unidos Podemos, la coalición de Podemos con Izquierda Unida.
La configuración del nuevo Congreso de los Diputados queda tal que así:
- PP: 137
- PSOE: 85
- Unidos Podemos: 71
- C’s: 32
- ERC: 9
- CDC: 8
- PNV: 5
- EH-Bildu: 2
- CC: 1
La participación en estos comicios ha sido baja (69,84%), cerca del mínimo histórico de participación (68,04%). Las anteriores estuvieron cerca de la media de participación en las elecciones generales en España (alrededor del 73%). Entre politólogos suele considerarse que en España hay una participación baja. Todavía es pronto para saber cual ha sido el motivo para la bajada de la participación, pero seguramente sea una combinación de fin de semana largo (en Cataluña el viernes fue festivo), tiempo estival y hastío por la repetición de elecciones.
A lo largo de esta campaña hemos visto como Pablo Iglesias se ha moderado, pasando de ser un comunista -aunque desde Podemos siempre han dicho que el partido es transversal, “un partido de los de abajo”- a ser un socialdemócrata. La unión con Izquierda Unida no ha mejorado los resultados electorales tal como se esperaba, y el famoso ‘sorpasso’ no ha tenido lugar. Quizás esta moderación de Pablo Iglesias le ha hecho perder votos.
El PSOE, con el Secretario General con el cual habían conseguido los peores resultados de su historia (90) ha conseguido el más difícil todavía, y ha rebajado el numero de diputados de su partido hasta los 85. En porcentaje de voto, eso sí, ha obtenido unas cifras muy parecidas a las de Unidos Podemos, pese a que estos hayan sacado 14 diputados menos, todo ello gracias al sistema electoral por provincias y no tanto al Sistema d’Hondt. Aún así, los resultados son relativamente buenos para Pedro Sánchez, pues el Partido Socialista (20 diputados) en Andalucía ha sacado peores resultados que el PP (diputados) en ésa misma comunidad, con lo cual frena las aspiraciones de Susana Díaz, permitiendo así que Pedro Sánchez siga como secretario general del PSOE.
C’s, que en las primeras elecciones generales a las que se había presentado (en 2015) había conseguido 40 diputados (también perjudicado por el sistema electoral por provincias), ha visto su número de diputados rebajados hasta los 32. Seguramente un resultado más ajustado a la realidad, puesto que, a mi entender, C’s no tiene mucha cabida en el panorama político español (es un híbrido entre el ala moderada del PP y el ala más liberal/derecha del PSOE).
El PP ha sido el gran ganador. Obteniendo 137 diputados, seguramente se ha beneficiado de una menor participación electoral, al mismo tiempo que ha recuperado parte del voto prestado que obtuvo C’s. Tiene mucho mérito -o quizás más que mérito del PP es demérito de los Españoles como tal- mejorar resultados respecto a las anteriores elecciones, sobre todo cuando se viene de una legislatura con recortes en Sanidad y Educación, numerosos casos (aislados, según el PP) de corrupción afectando a gente importante del partido -Bárcenas, Rita Barbera, Camps, etc.- y ya durante la campaña electoral, el escándalo de las grabaciones entre Jorge Fernández Díaz y De Alfonso (aunque quizás este último elemento les ha ayudado a obtener votos fuera de Cataluña).
Con todo, la campaña electoral oficial ha sido bastante descafeinada, con algunos momentos bastante cómicos, como el primer spot electoral del PP o los susurros de Pablo Iglesias a Sánchez.
¿Y ahora qué?
El futuro es incierto, pese a que Rajoy es quién mejor colocado está para ganar, siendo él el candidato del único partido que mejora resultados. Una de las opciones más probables para conseguir una votación de investidura favorable sería PP + C’s con la abstención de PSOE, pese a que Albert Rivera y Pedro Sánchez dijeran en campaña que no harían presidente a Rajoy ni por activa ni por pasiva. Hoy Rivera ya no era tan contundente respecto al rema, y falta ver qué pueden ofrecer al PSOE a cambio de su abstención. Otra posibilidad, aunque la gobernabilidad sería prácticamente imposible, sería un gobierno de coalición PSOE + Podemos, posible con la abstención de C’s y algún partido nacionalista.
Con todo, lo más probable es que sea una legislatura relativamente corta y bastante complicada, en la que el partido que dé apoyo al PP no mejorará resultados en las siguientes elecciones, sean cuando sean. El PSOE de Pedro Sánchez debe decidir si, una vez dejada fuera de juego Susana Díaz (aunque sea temporalmente), quiere quedar relegado a ser un partido pequeño, habiendo ayudado al PP, o si prefiere, en cambio, intentar gobernar con Podemos, con la posibilidad de terminar también peor de lo que ya están. Sea como sea, las siguientes semanas van a ser muy interesantes, y probablemente nos llevemos más de una sorpresa.
Breves pensamientos sobre la masacre de Orlando
Publicat: 13 Juny, 2016 Filed under: Internacional, Opinión, Sin categoría | Tags: 2016 orlando massacre, 2016 Orlando shooting, armas, Atentado, estado islamico, Estado Islámico de Iraq y Siria, estados unidos, EUA, fundamentalismo, g4s, gay, homofobia, ISIL, ISIS, jihad, Omar Mateen, Taliban, tiroteo, USA Deixa un comentariDespués de un tiempo de inactividad por motivos académicos y lejanía -física pero también mental- con la actualidad del país, un evento mayor me da el impulso que me hacía falta para volver a escribir por aquí. Lamentablemente el evento no es nada bueno, nada que celebrar. Hablo, por supuesto, de la masacre homófoba en la discoteca Pulse de Orlando. No he hecho un seguimiento exhaustivo de la desgracia, pero en la radio esta mañana he escuchado algunas cosas que me gustaría comentar.
Primero de todo procedo a resumir los hechos con la máxima brevedad de la que soy capaz. En la noche del sábado pasado, sobre las dos de la madrugada, en Orlando, Omar Mateen, ciudadano norteamericano de nacimiento, hijo de familia Afgana, entraba en el club Pulse, una discoteca gay, y empezaba a disparar. Al poco de empezar la masacre, el mismo Omar llamaba al 911 jurando lealtad a Estado Islámico. El asaltante compró dos armas de modo totalmente legal recientemente, aunque no se sabe si fueron utilizadas para la masacre. Además, poseía licencia de armas y de guardia de seguridad. Era empleado de G4S, una de las principales empresas de seguridad privada. Sobre las cinco de la madrugada un equipo SWAT abatía a Omar. El resultado han sido cincuenta víctimas mortales, incluyendo el mismo asaltante, y otra cincuentena de heridos entre gente que estaba en la discoteca y algún policía. Horas más tarde Estado Islámico reivindicaba la masacre como un ataque cometido por la organización.
Como ya he comentado al principio, en la radio he escuchado algunas cosas que me gustaría comentar. Siendo lunes, era de esperar escuchar a Pilar Rahola en El món a Rac1. Rahola ha comentado en la radio que si el Estado Islámico no diera alas a la épica a través de las redes sociales, gente como Omar Mateen no hubiera actuado del modo en que lo han hecho. Pese a que es cierto que organizaciones fundamentalistas justifican la violencia y a veces (parece ser que la radicalización ya no se da tanto en escuelas islámicas o mezquitas, sino a través de las redes mediante contacto con otra gente radicalizada; también se habla de auto-radicalización: no hace falta que haya un maestro, sino que el contenido en la red ya da para que uno termine justificando la violencia y, en algunos casos, participar de actos violentos) participan activamente en la radicalización, éstas no son el principal problema. Si hay individuos que caen en estas redes es porqué las otras instituciones que suelen dar significado a la vida han fallado. El problema no es tanto que EI de alas con su épica a que jóvenes se radicalicen y cometan atrocidades como esta, sino que a las instituciones que tradicionalmente daban sentido a la vida de los jóvenes cada vez les cuesta más dar sentido a un particular grupo de población. Esta cuestión se ha abordado desde distintos puntos de vista. Por ejemplo, Huntington en su ‘Clash of Civilizations’ alertaba que, debido a la caída del muro de Berlín y a la falta de alternativas convincentes a la democracia y los postulados liberales, la gente en países del tercer mundo, en especial en el Norte de África y en Oriente Medio, viraría hacia la religión con más fervor*. Aunque es fácil decirlo, parece no serlo tanto implementarlo. Evidentemente ni yo tengo suficiente conocimiento, ni este es un espacio adecuado para desarrollar la materia, pero la idea queda bastante clara.
Otro aspecto a tener en cuenta es que a Omar no se le conocen afiliaciones a organizaciones -no ha sido hasta que ha llamado al 911 que ha jurado lealtad a EI, y éste se ha enterado por las noticias de lo sucedido- ni demasiados contactos con otros yihadistas u otra gente radicalizada. Es lo que en la prensa llaman ‘lobo solitario’ y que suponen un reto considerable para los servicios de inteligencia. Es muy difícil detectar a esta gente antes de que cometan dichas atrocidades. Gente operando por su cuenta, sin vinculación directa con ninguna organización puede hacer mucho daño, sobre todo atentando contra ‘soft targets’ (objetivos blandos), para los que no necesitan mucha logística, materiales, ni entrenamiento ni conocimientos previos.
Un elemento a destacar es que fuera un trabajador de la empresa de seguridad G4S, la cual tiene una rama especializada en inteligencia. Es alarmante que habiendo sido éste hombre sospechoso de ser yihadista e investigado por el FBI, G4S no lo supiera, o no hubiera tomado medidas al respecto.
También me gustaría hacer mención a la frecuente confusión de Estado Islámico, yihadistas y Talibán. Pese a que los primeros y los últimos son organizaciones fundamentalistas, no son organizaciones comparables y, de hecho, luchan entre sí. Vincular la masacre, reivindicada por Estado Islámico, con palabras del padre del asaltante en apoyo a los Talibán es un acto de peligrosa ignorancia. Hay que tener claro en todo momento que Estado Islámico es una de muchas organizaciones fundamentalistas, pero que no todas ellas son iguales. No comparten métodos y no comparten objetivos. Estado Islámico, no me cansaré de decirlo, es una organización cuyo principal objetivo es establecer un estado-nación acorde con los preceptos de Mahoma, un califato, pero de un modo más pragmático que Al-Qaeda, organización que esperaba que, mediante la debilitación de Occidente, de repente se produciría el llamado califato universal. El Estado Islámico se ha basado principalmente en Siria e Iraq, recientemente se ha aprovechado de la situación en Libia para implementarse en el norte de África, y ha empezado a atentar -y reivindicar atentados que células independientes o individuos por su cuenta cometen- cuando han empezado a sufrir derrotas en Iraq y Siria.
La última cosa que me gustaría comentar es respecto a la Guerra Contra el Terrorismo y también de la conocida laxitud de Estados Unidas respecto a la posesión de armas de fuego. Respecto a lo primero, es de esperar que si empiezas a utilizar tácticas de guerra (así como una policía cada vez más militarizada) para luchar contra el terrorismo, éste utilizará unas tácticas similares. Pese a que cada vez se mezclan más las funciones de un cuerpo y otro, el anti-terrorismo ha sido tradicionalmente parte de la policía y los servicios de inteligencia, no tanto del ejército. Respecto a lo segundo, creo que en este caso el fácil acceso a las armas es secundario. Aún así, nunca entenderé el porqué uno puede, legalmente, comprar armamento de calibre militar o armas automáticas.
*Deseo dejar claro que no tomo las palabras o pensamientos de Huntington como certeros. De hecho, no estoy de acuerdo con sus tesis, pero no deja de ser cierto que él ya avisaba de posibles razones para un giro hacia lo religioso, cuando a lo largo del siglo XX el tema fue principalmente ideológico.
22M – Bruselas
Publicat: 23 Març, 2016 Filed under: Internacional, Opinión, Política | Tags: 22m, aeropuerto belgica, aeropuerto bruselas, Atentado, atentado belgica, bruselas, brussels attacks, donald trump, estado islamico, marine lepen, metro bombing, pegida, terrorismo, terrorismo islamico, terrorismo islamista Deixa un comentariAyer por la mañana amanecí con varias notificaciones en el móvil, algo totalmente normal. En la parte superior de la pantalla un icono circular, blanco, con un teléfono dentro, me avisaba de varios mensajes. Al ser época de exámenes, en los varios grupos con compañeros del máster, lo normal es encontrarse mensajes quejándose del estudio, de lo bien o mal que van, pero ayer el primer mensaje que vi decía que había habido una explosión en el aeropuerto de Bruselas. Otra compañera preguntaba si teníamos amigos o conocidos en Bruselas, que si estaban bien. En el aeropuerto hubo dos explosiones, aunque, parece ser, podría haber habido una tercera -el terrorista se lo pensó mejor, o el dispositivo le falló, quién sabe. Una hora después hubo una tercera explosión en un convoy de metro que estaba saliendo de la parada de metro de Maelbeek, al lado de las instituciones europeas en Bruselas.
Desde los atentados en París el pasado noviembre hasta los de ayer en Bruselas han transcurrido 130 días. Parece que fuera ayer. Han transcurrido 62 días desde que Tehrik-i-Taliban Pakistan matara a 22 estudiantes universitarios en el norte de Pakistán. Tan sólo 3 desde el último atentado en Turquía a manos de Estado Islámico. Uno desde el último ataque suicida en Iraq, también a manos de Estado Islámico. Cada día muere gente a manos de terroristas islamistas, pero sólo nos escandalizamos cuando sucede cerca de nosotros, y es comprensible: por alguna razón simpatizamos más con un desconocido de nuestra misma ciudad que con un desconocido de otro país, lo mismo sucede con ciudadanos de otros países con los que compartimos o creemos compartir cultura, frente con otros a los que vemos siempre como ajenos, como otros.
Es evidente que los perpetradores de semejantes actos merecen nuestro odio. Pero no nos equivoquemos: no todos los musulmanes cometen dichos actos, ni tan siquiera los apoyan. Normalmente ellos suelen sufrir los ataques en sus propias carnes y, además, el odio injustificado de parte de nuestras sociedades cuando los ataques en vez de ser contra ellos son contra nosotros. Para mi está muy claro que contra Estado Islámico y sus filiales (como Boko-Haram) la principal solución es una ofensiva militar -no son una organización terrorista al uso, no quieren ni son capaces de negociar, actúan como un ejército, y además, en Nigeria por parte de los países de la zona y en Síria por parte de las milicias kurdas la acción militar está siendo efectiva en acorralarlos y limitar sus acciones – pero también hay que hacer mucha pedagogía, tanto aquí en casa como en los territorios donde están asentados y pueden conseguir adeptos.
Pedagogía en casa para no odiar, ni desconfiar, ni tan si quiera cambiarnos de acera o bajarnos del metro o del autobús cuando vemos a un musulmán -o a alguien que solemos asociar con dicha religión, estemos acertados o no. Pero también hay que hacer mucha pedagogía en Síria, en Iraq, en Libia, en Afganistán y allí donde estén, para que la gente deje de unirse a estas facciones. Seguro tampoco ayudan las numerosas intervenciones de países occidentales en Oriente Próximo que históricamente no se han realizado, precisamente, para ayudar a las gentes del lugar. Pero esto no es motivo para dejar de intentarlo. Cada vez que alguien como Donald Trump dice que quiere re-instaurar métodos de tortura como el ‘water-boarding’, o cada vez que aceptamos la normalización de medidas de seguridad extraordinarias, incluyendo la clasificación de sospechoso tan sólo por su aspecto, lengua o religión, lo que estamos haciendo es fabricar fundamentalistas religiosos que no dudarán en inscribirse en las filas de organizaciones como Estado Islámico y perpetrar matanzas que nos horrorizan.
Ya no podemos hacer nada para evitar que las víctimas de Bruselas, Estambul, Pakistán o Nigeria mueran. Pero podemos hacer muchas cosas para que cada vez menos gente quiera unirse a estos canallas, por ejemplo, no odiar a la gente equivocada y, sobretodo, no discriminar. Donald Trump, Marine Le Pen o el movimiento Pegida, entre otros, no hacen más que echar leña al fuego. No seamos como ellos.
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¿Inseguridad en Santa Coloma?
Publicat: 22 febrer, 2016 Filed under: Opinión, Política | Tags: ciudad sin ley, crimen, delito, estado de emergencia, policía, Santa Coloma de Gramenet, santako, Seguridad 2 comentarisA finales de enero me despedí de mi querida ciudad, Santa Coloma. Querida, pese a que me queje de muchas cosas, como todos. Querida, aunque no perfecta. Estaba leyendo unos artículos para el máster que actualmente estoy cursando, centrado en la seguridad, y debido a mi tendencia a procrastinar, me adentré en Facebook. Me ha impactado ver la publicación de la alcaldesa en Facebook, en la cual responde a varios mensajes que algunos de mis conciudadanos han escrito en grupos de Facebook, quejándose de la falta de seguridad de la ciudad. También vi la semana pasada que apuñalaron a alguien enfrente de casa de un amigo. Todo esto me lleva a escribir estas breves líneas.
Lo primero que me gustaría decir es que la seguridad absoluta no existe. Podemos reducir las posibilidades de que un crimen suceda, por ejemplo con más patrullas policiales, con cámaras de seguridad o alarmas, pero esto no quiere decir que la criminalidad pueda eliminarse. Hay que tener en consideración que ciertas medidas de seguridad que la gente reclama pueden invadir nuestra privacidad (¿aceptaríais tener una cámara de seguridad grabando las 24 horas al día las puertas de vuestras casas, de modo que quién sea que esté detrás de la cámara pueda ver todos vuestros movimientos, con quién entráis o con quién salís?), pero también hay que tener en consideración que relegar la seguridad a quién pueda permitírsela, ya sea mediante contratación de seguridad privada o mediante patrullas vecinales, puede vulnerar seriamente la seguridad del conjunto de la ciudadanía. ¿Quién supervisaría dicha patrulla ciudadana? ¿Quién vigilaría que no cometieran ningún delito, falta o agresión en su función de vigilantes? ¿Qué harían si vieran a alguien cometiendo un crimen?
Lo segundo que quería comentar es la preocupación que me provoca que haya gente que pida abiertamente la expulsión de ciertos colectivos por creer que sólo ellos y en su totalidad cometen crímenes, como si el delinquir formara parte de su ADN. Una vez hayamos expulsado a todos los ‘moros’, los ‘rumanos’ y quién sea que delinca en esta ciudad que no tenga nacionalidad española, ¿qué haremos con los españoles que delincan?
Desde los atentados de París el pasado noviembre la gente está más preocupada por su seguridad a lo largo y ancho de Europa. En Francia están intentando solventar la (percepción de) falta de seguridad modificando la constitución para poder extender el ‘Estado de Emergencia’ más allá del periodo temporal anteriormente constitucional. Quienes pedís más seguridad deberíais pensar si aceptaríais que os registrara personal militar en la calle sólo porqué estáis en la calle, y por tanto, podéis ser una amenaza a cualquier otra persona. O si aceptaríais ser retenidos durante horas porqué sois sospechosos sin ninguna garantía judicial. O si quisierais que la policía pudiera entrar en vuestra casa sin una orden judicial para registrarla, no vaya a ser que estuvierais pensando en delinquir.
La sensación de seguridad es a menudo más importante que la situación objetiva, pero haríamos bien en mirar los datos en vez de exagerar hechos puntuales y pedir legislar en caliente.